Reflexión. La Santidad como principio del Camino y no como fin, sobre Isaías 35 (NVI). By Fabian Massa.
Profecía de Isaías,
sobre la llegada del Mesías a Judea:
1Se alegrarán el
desierto y el sequedal;
se regocijará el
desierto
y florecerá como el
azafrán.
2 Florecerá y se
regocijará:
¡gritará de alegría!
Se
le dará la gloria del Líbano,
y el esplendor del
Carmelo y de Sarón.
Ellos
verán la gloria del Señor,
el esplendor de nuestro
Dios.
La llegada del Cristo traería nuevas fuerzas a los débiles:
3 Fortalezcan las manos
débiles,
afirmen las rodillas
temblorosas;
4 digan a los de corazón
temeroso:
«Sean fuertes, no
tengan miedo.
Su
Dios vendrá,
vendrá con venganza;
con
retribución divina
vendrá a salvarlos.»
Anunciaba también un tiempo de milagros y sanidades, todas maravillas
que señalan al Mesías:
5 Se abrirán entonces los
ojos de los ciegos
y se destaparán los
oídos de los sordos;
6 saltará el cojo como un
ciervo,
y gritará de alegría la
lengua del mudo.
Porque
aguas brotarán en el desierto,
y torrentes en el
sequedal.
7 La arena ardiente se
convertirá en estanque,
la tierra sedienta en
manantiales burbujeantes.
Las
guaridas donde se tendían los chacales,
serán morada de juncos
y papiros.
El anuncio del nuevo nacimiento de los creyentes:
8 Habrá allí una calzada
que será llamada Camino
de santidad.
No
viajarán por ella los impuros,
ni transitarán por ella
los necios;
será sólo para los que
siguen el camino.
A los que vayan por el Camino, ningún ataque demoníaco los
alcanzará:
9 No habrá allí ningún
león,
ni bestia feroz que por
él pase;
¡Allí
no se les encontrará!
¡Por allí pasarán
solamente los redimidos!
Solo los nacidos de nuevo podrán entrar el Reino de los Cielos, a
la Nueva Jerusalén:
10 Y volverán los
rescatados por el Señor,
y entrarán en Sión con
cantos de alegría,
coronados de una
alegría eterna.
Los
alcanzarán la alegría y el regocijo,
y se alejarán la
tristeza y el gemido.
El tema de este post
es el Camino de Santidad:
No viajarán por ella los impuros, no podrán ingresar aquellos que no
hayan experimentado el arrepentimiento.
Ni transitarán por ella los necios; No caminarán por él aquellos que sabiendo cómo hacer lo bueno, insisten en hacer lo malo.
Será sólo para los que
siguen el camino. Será solo para los que caminan
conforme a la Palabra de Dios, no conforme a sus deseos, o a la tradición o al
dogma de su Iglesia, solo en relación a la Palabra.
El Camino del Señor, como todos los demás, tiene un principio. Y claramente la Escritura dice que para entrar es necesario el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, algo básico y fundamental (Hebreos 6.1). Sin embargo hoy en día se enseña el tema de la santidad como una meta, como algo a alcanzar al final del Camino, haciendo de esto un tema religioso, cuando según la Biblia es el principio.
Tesoros de Sabiduría, La Semana 70, Fabian Massa.
Santidad desde el principio.
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