+ Study. Presentación de niños en la Iglesia Evangélica. Fundamentos de la ceremonia. By Fabian Massa.
Distintos aspectos de la ceremonia
La ceremonia se puede considerar dentro de varios aspectos, de los cuales estos que se citan a continuación son los más importantes:
1. Aspecto
bíblico
El texto bíblico base de la misma
es Números 6.23-27 que tiene como titulo La bendición
sacerdotal:
22 Habló YHVH a Moisés, diciendo:
23 Habla a Aarón y a sus hijos diciendo: Así bendeciréis
a los hijos de Israel, diles:
24 YHVH te bendiga, y te guarde;
25 YHVH haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de
ti misericordia;
26 YHVH alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
27 Y pondrán mi Nombre sobre los hijos de Israel, y yo
los bendeciré. Números 6.22-27
Biblia Textual.
2. Aspecto
doctrinal y teológico.
El tema de la bendición de los
niños es un deseo y un mandato del Señor. El sacerdote era el instrumento determinado
por Su Voluntad para declarar Su Santo Nombre sobre los hijos del Pueblo. El
Señor, de manera muy solemne ordenó esta ceremonia como corolario del Servicio
diario (esta es la razón por la que generalmente la Ceremonia se realiza en
nuestros días al terminar el Culto). A la luz del Nuevo Testamento, hoy podemos interpretar que:
- La repetición del nombre “YHVH” tres veces, expresa el gran misterio de la Divinidad: tres personas, más un solo Dios.
- Las expresiones en las cláusulas distintas corresponden a los tres oficios: del Padre, de “bendecir y guardarnos”; del Hijo, de mostrarnos la gracia; y del Espíritu Santo de “darnos paz”.
- Y ya que la bendición, pronunciada por los labios de un ser humano, derivaba su virtud, no de parte del sacerdote, sino de la de Dios, la seguridad alentadora fue añadida: “y yo los bendeciré” [1].
A diferencia del
bautismo de niños, que data del primer y segundo siglos de la iglesia, lo
cierto es que no hay mucha documentación histórica sobre esta práctica en la
Iglesia Primitiva. Parece ser una innovación reciente en la iglesia; quizás de principios del
siglo XX.
Durante la Reforma Protestante del siglo XVI se levantó
la costumbre de bautizar a los niños. Debido a que el bautismo desde el punto
de vista bíblico, siempre fue practicado por adultos, ya que:
a. El Bautismo de Juan implica arrepentimiento, el mensaje evangelístico de
Juan, el cual fue continuado por Jesús, es un llamado al arrepentimiento (Mateo
3.2; Mateo 4.17; Marcos 1.15.
b. El Bautismo en la Iglesia Primitiva: Pedro en sus primeros dos
discursos invita al arrepentimiento en el bautismo en el Nombre de Jesús,
Hechos 2.38; Hechos 3.19
De a y b se deduce que solamente una persona que puede discernir lo bueno
de lo malo y que quiere elegir entre ambos está calificada para bautizarse, cosa
que los bebes no pueden hacer, por razones obvias.
Algunos grupos comenzaron a 'rebautizar' los adultos
que habían sido bautizados siendo bebés, se les conoció como los 'anabaptistas'
(re-bautizantes) y son los padres en parte de los modernos bautistas y los que
bautizan adultos solamente o aquellos suficiente maduros como para comprender
el evangelio y aceptarlo.
Obviamente cuando las
iglesias dejaron de bautizar niños, entraron en una dificultad sobre qué hacer
con los niños pequeños de los cristianos. Quizás para remediar la
situación y dar algún tipo de consuelo a los padres, estas iglesias comenzaron
a practicar 'dedicaciones de bebés' donde se tenían padrinos o testigos
presentes dando su voto y consentimiento a levantar los pequeñitos en la fe
cristiana. En esta ceremonia el pastor hace una oración por el bebe y lo
'dedica' a Dios. En algunos casos le pone aceite de oliva sobre la
frente del bebe. En fin, se hace todo lo que se hacía cuando un bebe era
bautizado pero sin pasar por el agua.
La presentación
o dedicación de los niños tiene un fuerte respaldo en Num. 6.22-27, como
pudimos estudiar anteriormente y no tiene indicaciones en contra en el Nuevo
Testamento.
3. Presentación de niños.
Jesús dijo:
16 Pero Jesús
llamó a los niños y dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan,
porque el reino de Dios es de quienes son como ellos”
Lucas 18.16 NVI.
El acto de presentar los niños
tiene apoyo bíblico, aunque no constituye un mandato neo testamentario. La
costumbre viene de larga data en el Pueblo de Dios, ya en Números 6.22 a 27 El Señor dice expresamente
a Moisés que los sacerdotes debían impartir una bendición en Su Nombre a los
hijos:
22 El Señor le ordenó a Moisés: 23 «Diles a Aarón y a sus hijos que impartan la bendición
a los israelitas con estas palabras:
24 »“El Señor te bendiga
y te guarde;
25 el Señor te mire con agrado
y te extienda su amor;
26 el Señor te muestre su favor
paz”
27 »Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, para
que yo los bendiga.» Num. 6.22-27 NVI.
La orden del Señor
nos permite ver que para Él el tema es importante, y cómo Él no cambia
entendemos que para nosotros también debe ser importante en la presente
Dispensación de la Gracia.
Teniendo en cuenta que a la
presentación de los niños suelen venir familiares invitados no creyentes, es
bueno que el mensaje de la ceremonia sea explicativo para bendición de todos y
por esa misma razón he elegido tomar los textos de la versión NVI.
Esta ceremonia suele hacerse al
finalizar el Culto. Pero también se puede llevar a cabo antes.
1. Antes
de la ceremonia en sí, se puede dar un micro mensaje en referencia al tema, con
el propósito de refrescarlo a la congregación y de que sea entendida la
ceremonia por los invitados no creyentes.
2. Se
hace una oración específica, estando presentes los padres (por cuya voluntad se
presenta el niño ante el Señor) y parientes y amigos de la familia.
3. Se
llama a los padres a la plataforma con el niño, el Ministro oficiante tomará al
pequeño en brazos y presentará a los padres y al niño a la congregación.
4. Seguidamente
se hace una oración estando toda la congregación de pie, a la cual se invitará
a orar corporativamente por el niño y la familia. Se pedirá la bendición del
Señor para que el niño sea criado en Sus Caminos, por la preservación de su
salud, rogando la protección divina en todos los sentidos.
5. Después
de la oración, se entregará de vuelta el bebé a sus padres y felicitándolos.
También se les entregará un Certificado.
6. Fin
de la Ceremonia.
4. Conclusión
I.
Números 6.22-27 como mandato directo de Dios
II.
El mandato de Jesús de no impedir que le
presenten los niños (Lucas 18.16 y paralelos)
B. La Presentación tiene una justificación teológica:
Ya que Dios
mismo manifestó que ese era su deseo.
Es además una
excelente oportunidad para afirmar a la familia como base de la Iglesia, y como
sal en la sociedad. También sirve para recordar y reforzar los roles de
Sacerdote del hogar del padre y de ayuda idónea de la madre.
Fabian Massa, Tesoros de Sabiduría, la Semana 70.
[1]
Comentario Exegético y explicativo de la
Biblia, Tomo I Antiguo Testamento, Jamienson, Fausset & Brown. Editorial
Casa Bautista. Versión en PDF, Números 6.22-27, página 180.
Presentación de niños en la Iglesia evangélica.
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