Reflexión. El Orden de Melquisedec, analizado ácidamente. By Fabian Massa.
En Hebreos 7 la Escritura explica que en el Nuevo Testamento se cambió el ordenamiento de Sacerdotal:
1. En
el Antiguo Testamento, la casta sacerdotal debía ser de la Tribu de Leví y
descendientes de Aarón; es decir según la carne y la sangre.
2. En
cambio en el Nuevo Testamento, los Servidores del Señor “No nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad
humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1.13): Los Hijos de Dios no nacen
naturalmente.
Así como ser la esposa del pastor
No Te Hace Pastora; ser el hijo (O peor, la hija) tampoco te convierte por
herencia genética (carne y sangre) en pastor. Y si se trata de una hija, menos
aún puede ser cabeza, aunque sea heredera del “Ungido”.
Esto implica, por ejemplo que un
pastor que ha formado una gran Iglesia (no desde el punto de vista espiritual,
sino de su nivel de facturación) No Puede y No Debe, poner a sus descendientes
por “Herederos” como si se tratara una empresa familiar.
Menos cuando se ha llenado la
boca enseñando que “Somos solo administradores del Reino y debemos ser hallados
fieles” (1 Corintios 4.2).
Jesús dijo:”Mi Reino no es de
este Mundo” (Juan 18.36), pero los Ungidos del Mundo con sus obras muestran que
consideran suyo y para herencia de sus hijos la Iglesia, es cómo si dijeran “Mi
Reino está en este Mundo”. Por lo tanto como la cabeza (el pastor) es carnal,
todo el cuerpo (su Iglesia) tenderá a serlo.
Por eso mi estimado, huye de allí. Donde te congregas no es una Iglesia sino una cueva de ladrones.
La Semana 70 está por comenzar. Si no entiendes dónde estás parado desde hace diez, quince o veinte años ¿Cómo entenderás las señales? Si no puedes discernir que la persona que te pastorea, a quien conoces, es un lobo vestido de oveja, cómo distinguirás al Anticristo? Despierta tu que duermes!!
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