LA TEOLOGÍA LATINOAMERICANA BAJO LA ATENTA MIRADA DE LOS EE.UU. TEOLOGÍA LATINOAMERICANA – APUNTE 2. BY FABIAN MASSA.
LA TEOLOGÍA LATINOAMERICANA BAJO LA ATENTA MIRADA DE LOS EE.UU. TEOLOGÍA LATINOAMERICANA – APUNTE 2. BY FABIAN MASSA.
En el “Apunte
1” pudimos ver que la dominación económica de Europa sobre Latinoamérica se
origina desde el momento mismo de su colonización, siendo la consecuencia de la
dominación cultural e ideológica[1].
Observamos también que al final de la 2° Guerra Mundial, las potencias europeas
estaban agotadas por la guerra, emergiendo claramente dos nuevos “Polos de
Poder”:
1.
Los EE.UU. liderando
el “Bloque Occidental”, (una versión “Agiornada” del viejo “Imperio Romano de
Occidente”) después de haber definido la victoria de los Aliados contra el 3°
Reich de Adolfo Hitler y de haber derrotado al Imperio Japonés con las
fatídicas bombas atómicas de Nagasaki e Hiroshima.
2.
La U.R.S.S. como
contraparte de los EE.UU. se constituyo en la versión moderna del viejo Imperio
Romano de Oriente, liderando a todo el Bloque Oriental.
Entre estos dos
Imperios no asumidos como tales, se desató un Guerra Fría que comenzó en 1945 (fin de la 2° Guerra Mundial) y finalizó oficialmente en la caída de
la U.R.S.S. en 1991…aunque cada tanto surgen algunos “chispazos” entre los EE.UU
y la actual Federación Rusa, como se pudo ver claramente en el conflicto Ruso –
Ucraniano por Crimea (Febrero 2014) y en la actual Guerra Siria.
La presión de los EE.UU. sobre América Latina se puede observar a simple vista. La vieja U.R.S.S. en su momento puso un pie en el continente para apoyar y financiar la Revolución Cubana, al principio de la Guerra Fría (1952). La respuesta estadounidense consistió en un bloqueo al Régimen Cubano que recién se está disolviendo ahora en 2016. Además, para frenar el avance del Comunismo en el resto del Continente, apoyo, financió y asistió a todas las dictaduras militares del mismo.
De la misma
forma que EE.UU. lideraba e imponía en lo geopolítico, lo hacía en todos los
demás planos, el cultural, educativo, el arte y la comunicación. Obviamente
también la influencia fue a nivel teológico.
Antes de la
2°Guerra Mundial la teología era digitada por Europa, el protestantismo no
tenía mucho peso en la región, las pocas Misiones existentes habían venido
acompañando a las Misiones Económicas, y en principio para satisfacer las
necesidades de los representantes propios.
En su libro
“¿Para qué sirve la teología?” David Roldan (Padre) hace notar, de la mano del sociólogo
y antropólogo brasilero Darcy Ribeiro[2]
que América Latina no tiene una visión cultural e ideológica propia, lo
cual también se da en el ámbito eclesial: No había una teología latinoamericana, es
decir propia y que respondiera a las necesidades locales.
Riberio hace
notar que a pesar de la falta de homogeneidad de lenguas y cultura entre los
distintos pueblos latinoamericanos y de ser fruto de dos corrientes colonizadoras
distintas (la española y la portuguesa) tenemos en común el hecho de haber sido
colonizados con el mismo sistema: Exterminio de los pueblos originarios
belicosos, sometimiento y humillación de los pacíficos, destrucción de la
cultura local y expropiación de las riquezas naturales, arrasando
sistemáticamente para trasladar esas riquezas a sus respectivas sedes europeas.
En el caso de Brasil, las poblaciones autóctonas belicosas fueron eliminadas y reemplazadas por esclavos traídos de África, con el propósito de producir
cultivos imposibles de realizar en la “Madre Patria”.
Escribe Roldán[3]: Dejando el plano
lingüístico-cultural, Ribeiro pasa a analizar el dualismo que se ha dado en el
enfoque de angloamericanos y latinoamericanos y las connotaciones ideológicas
que ello representa. Es así como se oponen entre sí las dos Américas: la rica y
la pobre, en forma simétrica de poderío.
El polo central: América del Norte («América para los americanos», «american
way of life«, «el destino manifiesto») y el polo periférico: América Latina.
Una es la América próspera, fruto del trabajo y espíritu de empresa. La otra es
la atrasada, la de pueblos subdesarrollados o, aún, «en vías de subdesarrollo».
Aquella está compuesta por pueblos prósperos y trabajadores. La otra por gente
perezosa, carente de iniciativa.
¿Es la imagen
que nos han hecho creer? ¿O es la triste y cruda realidad? En el principio
del siglo XXI cabe la duda de sí la
realidad es así porque es lo que nos vienen induciendo a ser o si simplemente es así.
En el año 1979 participé
de la Fiesta Aniversario de los 50 años de la Comunidad Japonesa en la ciudad
de Belén de Escobar, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. En 1929,
doscientas familias de dicha nacionalidad se establecieron en la ciudad, con ganas de trabajar como
único capital.
Ya en
el ´79 todo lo que valía la pena de Belén de Escobar era japonés, los mejores
comercios, los mejores viveros de flores, los mejores restaurantes, los mejores
colegios, los mejores paseos…mientras la población autóctona seguía con los
mismos problemas de 1929. Por esto digo
que no solo es lo que nos quieren hacer creer, sino que algo hay de cierto en
la frase gente perezosa
y carente de
iniciativa. La cuestión es
que efectivamente América Latina parece ser el “Patio Trasero” de los EE.UU.
En lo teológico, refiriéndose a
Latinoamérica frente a Europa, dice José Luis Romero[4]: “…Pasando ahora al ámbito teológico, por muchos años se ha
venido hablando de «teología europea», «teología alemana», «teología norteamericana»,
como expresiones de escuelas teológicas diversas, cuyos discursos respondían a
intereses y situaciones particulares. Y nadie, o casi nadie, se inquietaba por ello. Pero apenas
comenzó a hablarse de «teología latinoamericana», muchos pusieron el grito en el
cielo. ¿Por qué? Acaso, como un signo de la dependencia a que nos quieren
someter como latinoamericanos. Porque, así como hay una dependencia cultural y
económica, también se ha ido generado una dependencia teológica en mayor o
menor grado, según los casos.
Dice José Míguez Bonino:” [...] la iglesia cristiana tiene una larga deuda con América
Latina: Cuatro siglos y medio de Catolicismo Romano y uno de Protestantismo no han
producido el mínimo del pensamiento creador que estos pueblos tienen derecho de
esperar de quienes sostienen haber recibido la misión de anunciar la Palabra de
Dios a los hombres”. Y es porque esta
situación de daba tanto en el catolicismo como en la Iglesia Reformada.
Cuando se afirma que “no hay teología” es en referencia a una
teología que refleje las necesidades locales, pues siempre que hay predicación
es porque hay un “discurso teológico”.
Frente al liberalismo del siglo XIX se produjo una reacción
que llevo al Fundamentalismo a principios del siglo XX en los EE.UU.
El Fundamentalismo afirmaba los credos considerados
fundamentales como:
1.
La autoridad de la
Biblia
2.
La
divinidad de Cristo
3.
La
obra expiatoria
4.
La justificación por la fe
5.
La
trinidad
6.
La
segunda venida de Jesucristo.
Muchas misiones de fe, de origen predominantemente estadounidense,
se inscribieron dentro de esta corriente. Sus primeros misioneros y sus
discípulos directos fueron voceros más o menos vehementes de estas corrientes.
Dice David Roldán: “La corriente
fundamentalista derivó en una identificación con el dispensacionalismo y es así
como hoy continúa en las esferas eclesiásticas de algunas denominaciones. En
general, no hay dentro de esta corriente estudios serios y profundos de la
teología europea. Predomina un énfasis en las doctrinas clásicas con poco
interés en la correlación del mensaje bíblico a la realidad concreta en la que
está inmersa la iglesia. En general, es una teología que reacciona a toda novedad
en el campo del pensamiento, es anti-intelectual, anticientífica y recurre
constantemente a la Biblia a modo de dicta probantia[5], suponiendo que es
posible el acceso directo a la Biblia sin una mediación hermenéutica y sin presupuestos”.
Es común dentro del Fundamentalismo el sacar la Palabra del
contexto del pasaje, al cual por lo general no se lo tiene en cuenta; y por lo
tanto tampoco toman en cuenta el contexto actual, esforzándose solo en una
aplicación de la Escritura a un momento de la vida del creyente, con lo cual es
común el uso de “devocionales de lo que Dios dice para tu vida”, es decir una
cuestión meramente existencial y coyuntural en la vida del individuo. Esto
genera un estado de des conexión entre la Biblia y la realidad, donde los hechos
están separados de la historia (a-historicidad).
El Fundamentalismo es responsable de la mayor parte del “Folclore Evangélico” y con su falta de estudio teológico ha sido un caldo de cultivo
para el Evangelio de la Prosperidad.
Pero
mientras que en los EE.UU. la reacción frente al Liberalismo fue el
Fundamentalismo, en Europa fue la Neo-ortodoxia, que básicamente consiste en
volver a rescatar el mensaje bíblico a partir de la hermenéutica, la exégesis, el estudio y análisis de los contextos.
Neo-ortodoxia,
movimiento donde se destaca Karl Barth, no es un sistema único, no es un
movimiento unificado. En el mejor de los casos puede ser descrito como un enfoque o actitud que se
inició en un entorno común, pero pronto se manifestó en diversas maneras. Se
inició en la crisis asociada a la desilusión tras la Primera Guerra Mundial,
con un rechazo de la escolástica protestante, y con la negación del movimiento
protestante liberal.
El neo - ortodoxo movimiento ha hecho una
serie de importantes contribuciones a la teología del siglo XX. Con su énfasis
en la Escritura como el contenedor de la Palabra se hizo hincapié en la unidad
de la Escritura y ayudaron a precipitar un renovado interés por la
hermenéutica. Con su rechazo del liberalismo protestante del siglo XIX y su
retorno a los principios de la Reforma ayudó a rejuvenecer el interés por la
teología de los reformadores del siglo XVI y en la padres de la iglesia. Ha
vuelto a hacer hincapié en la importancia de la predicación y la iglesia como
la comunión de los creyentes.
Hay una pertinencia
de la teología de Karl Barth para el contexto teológico latinoamericano.
David Roldán define, en palabras
de Darcy Ribeiro, el enfoque sobre América Latina (en comparación con América
del Norte) como el sector pobre, atrasado, subdesarrollado, etc. (Pág.119). Debe
notarse que esta “visión” de América Latina es producto de la dominación
cultural que opera desde la época de la Colonia.
Luego, comenta que esta
dominación también incluye al ámbito teológico, en la página 120 dice que
los teólogos europeos y norteamericanos pusieron resistencia ante el despertar
de la teología latinoamericana, “Como un signo de la dependencia a que nos
quieren someter como latinoamericanos”. A lo cual, según Juan Luis Segundo “hay
que arriesgarse a la creación de una teología que responda a la propia
situación” (Pág. 123). Al llegar a este punto, el autor, describe las corrientes
teológicas que se hicieron presentes en Latinoamérica.
Entiendo
que se
observa en el capítulo un esfuerzo por mostrar la pertinencia de la teología de
Karl Barth para el contexto teológico latinoamericano, debido a que Míguez
Bonino reconoce que fue la teología barthiana la que, luego de la crisis del
liberalismo, ofrecía para a los teólogos latinoamericanos la mejor perspectiva
para la reflexión teológica sobre la situación que se vivía.
José Míguez Bonino, a modo de
testimonio decía: «la estrategia liberal no nos conformaba como teología: algo
faltaba; es por los años 1945-47 que descubrimos la teología de Carlos Barth,
que nos llegó principalmente en traducciones francesas. Empezamos a leer y a
sentirnos profundamente atraídos y desafiados. Encontrábamos allí algo que nos
hacía sentir a gusto. Yo me he preguntado qué es lo que nos hacía sentir a
gusto con Barth. Y creo que es el hecho de que Barth nos devolvía la Biblia
como mensaje, no a pesar de un camino que pasaba por la crítica sino desde
allí. También Rolando Gutiérrez Cortés da testimonio de la «oportunidad singular
de ser aceptado como un discípulo del comedor del Dr. Karl Barth» destacando
«la forma en que el Dr. Barth veía la Biblia y nos enseñaba a leerla”. Sobre la
tardía influencia de Barth en la formación teológica de los líderes
protestantes de Brasil. En la página
131, el autor del libro comenta que el pastor uruguayo Emilio Castro, (quien
fue alumno de Karl Barth), elogia la teología de Barth y expone tres puntos
básicos:
a.
Que debe ser
prioritario para todo cristiano trabajar a
favor de que haya libertad para que la palabra de Dios
pueda ser escuchada y respondida con responsabilidad.
b.
El cristiano debe
involucrarse en las cuestiones sociales siempre poniendo más énfasis en el
hombre que en las Instituciones.
c.
Toda situación social
debe ser interrogada desde el reino de Dios. (Que es lo que
El Señor haría, a quien ayudaría o apoyaría)
Agrega que la teología barthiana sirve como necesario
correctivo. Nos recuerda la ambigüedad de toda situación histórica donde el bien y el mal se desarrollan simultáneamente en la misma;
nos recordará también que nuestro entusiasmo debe pasar por la prueba de la
sobriedad. Ya que aunque se haga Teología de la Liberación, el único con verdadero poder para liberar es Jesús.
Un poco más adelante (de la
página 132 a 135), por los comentario de José Míguez Bonino, queda claro que el
punto en común más fuerte entre la teología barthiana y la latinoamericana (a
pesar de que sus contextos cronológico y social-cultural son totalmente
distintos) es que ambas se ponen del lado de los más pobres y débiles de la
sociedad, entendiendo esta como la opción correcta, ya que Dios siempre
prefirió los oprimidos y resistió a los opresores. Míguez concluye que a pesar
de las diferencias de contexto, la teología barthiana es la que más aportes
hace a la teología latinoamericana de la ISAL (Iglesia y Sociedad en América
Latina) que evolucionará luego del ’68 en la Teología de la Liberación.
En la página 142 hay
una cita sobre un artículo de Peter Wagner, en donde el autor analiza la
teología de la ISAL (Iglesia y Sociedad en América Latina) y menciona entre sus
líderes a Bonino, Emilio Castro y afirma que se nota la influencia del Barth
entre otros teólogos.
TEOLOGÍA LATINOAMERICANA - APUNTE 2 - KARL BARTH - FUNDAMENTALISMO
[2] Darcy
Ribeiro (Minas Gerais 1922 - Brasilia, 1997) fue un intelectual y político
brasileño conocido por sus trabajos en educación, sociología y antropología https://es.wikipedia.org/wiki/Darcy_Ribeiro
[3]
Página ¿Para qué sirve la teología? De David Roldan. 119 (PDF)
[4]
Página ¿Para qué sirve la teología? De David Roldan. 120 (PDF) José Luis Romero, Situaciones e
ideologías en Latinoamérica, Buenos Aires: Ed.
Sudamericana, 1986, p. 21.
[5] Dicta probantia: Aforismo que significa
en fuerza apodíctica (verdadera,
incondicionalmente cierto), especialmente en sentido bíblico, en la que se
funda un artículo de fe, o de lo que se deduce.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos65/vocabulario-juridico-latino/vocabulario-juridico-latino3.shtml#ixzz4KiJo3LGT
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos65/vocabulario-juridico-latino/vocabulario-juridico-latino3.shtml#ixzz4KiJo3LGT
Comentarios
Publicar un comentario
Deje aquí su comentario, gracias!